Los Refugiados de Cabo Delgado (Mozambique)
El pasado día 20 se celebró el Día Mundial del Refugiado y esto nos sirve para recordaros algunos casos en primera persona, como es el de Teresa George y su experiencia en el campo de Ntele, en Montepuez.
Esta es su vida. Una vida que hasta 2021 discurría tranquilamente y de forma humilde (subsistiendo de la pesca artesanal y la agricultura) junto a su anciana madre y sus hijos en Moçimboa da Praia, al norte de la provincia de Cabo Delgado. Sin embargo, todo se truncó con la llegada de los insurgentes que comenzaron a incendiar cabañas y a cometer asesinatos (entre ellos el de la madre de Teresa). Los que pudieron huir, como nuestra protagonista, permanecieron una semana escondidos en la floresta, sin comida, sin agua…
Diversas poblaciones del norte de la provincia de Cabo Delgado están sufriendo la furia del grupo terrorista vinculado al movimiento yihadista Al Shabab, que opera desde 2017 en esa región e incluso en zonas colindantes de Nampula y Niassa. Según cifras de la ONU de diciembre de 2022, el conflicto ha dejado unos 6.000 muertos y 900.000 desplazados internos que se agolpan en medio centenar de campos de refugiados.
El año pasado visitamos varios de los centros de refugiados, tanto en Pemba como en Montepuez, con millares de personas en condiciones terribles de insalubridad y miseria. Los campamentos de refugiados están sobrepoblados y carecen de recursos adecuados para satisfacer las necesidades de la población desplazada
Las ONGs e iglesias junto con agencias de la ONU estamos trabajando para ofrecer asistencia a los desplazados internos, pero es complicado por la inseguridad y la falta de acceso a áreas afectadas por el conflicto. Por ello, en los meses de julio y agosto viajaremos de nuevo a la zona para visitar alguno de los campos y coordinar diversas ayudas especialmente dirigidas a los más vulnerables.
Contamos con tu aportación para los centros que visitaremos.
