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Montepuez, rubíes de sangre

Visitamos Montepuez (provincia de Cabo Delgado) por primera vez en el año 2019. En aquel tiempo trabajábamos en alfabetización de adultos en la Ciudad de Pemba y para entonces ya teníamos noticias de diversos ataques perpetrados por insurgentes en la zona costera del norte de la provincia, pero con un impacto limitado en Montepuez. Desde entonces el conflicto se ha magnificado, extendiéndose también a diversas partes del distrito, de tal manera que la población ya habla de guerra.

¿Dónde están los antecedentes del conflicto? En 2010, mozambiqueños musulmanes radicalizados de la secta fundamentalista Ansar al Sunna, principalmente de etnia makua, consiguieron captar a población mwaní en la zona costera del norte de la provincia, principalmente en Mocimboa da Praia, gestándose una escalada de violencia, que se convirtió en una insurgencia en toda regla. Los predicadores fundamentalistas locales anunciaron que la sharía, o ley islámica, traería la igualdad y un reparto justo de la riqueza. Buscaban imponer por la fuerza las prácticas más rígidas del islam. En un contexto de elevada pobreza y falta de expectativas, muchos jóvenes fueron captados por ese mensaje radical.

Progresivamente fortalecieron sus contactos con correligionarios en el sur de Tanzania y se centraron en el distrito de Mocímboa da Praia, donde comenzaron un levantamiento violento en 2017. El movimiento que comenzó como un grupo de insurgentes contra las prácticas sufíes y, eventualmente, contra las acciones de las autoridades, evolucionó hasta convertirse en un grupo terrorista.

Las causas. Los motivos del conflicto actual son variados y obviamente las razones religiosas no son ni la única ni la principal razón. Entre otras cosas, es un levantamiento popular contra el gobierno y su corrupción endémica, así como el abuso de poder y abandono y la falta de expectativas de la población ya que más del 60% de la región vive por debajo del umbral de la pobreza absoluta. Por otro lado, la región se ha revelado con un tremendo potencial en recursos mineros: gas, oro, grafito, tierras raras, rubíes (el norte de Mozambique produce el 80% de la producción mundial de rubíes), esmeraldas, litio, etc. lo que ha reforzado la perspectiva de estos grupos insurgentes de luchar por la creación de una república islámica en el norte del país.

Las concesiones de extracción a las corporaciones transnacionales, en detrimento de las explotaciones artesanales, están causando graves descontentos. A comienzos de 2017 mineros artesanales fueron expulsados en favor de las concesiones mineras comerciales. Según un informe de Amnistía International, las fuerzas de seguridad del Estado habrían llevado a cabo feroces ataques contra civiles acusados de colaborar o apoyar a Al-Shabaab. Militares y policías habrían cometido ejecuciones extrajudiciales, actos de tortura y malos tratos.

La situación actual. Los ataques insurgentes han provocado desplazamientos masivos de la población. Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en julio de 2022, 946.508 personas (un tercio de la población total de la provincia) se encontraban desplazadas internamente en Cabo Delgado y las provincias vecinas de Nampula y Niassa, provocando una situación de grave crisis humanitaria. Una parte de estos desplazados se ubican en diversos centros de desplazados, la mayoría saturados y con graves carencias para atender a la población.

En este contexto, el trabajo de Dignidad se ha centrado en llevar a cabo diversas intervenciones de ayuda humanitaria básica a partir de noviembre del año 2020, principalmente en los campos de desplazados. Esta ayuda se ha prolongado durante 2021, 2022 y 2023, cubriendo también Pemba y alrededores. El pasado año se comenzó también con la alfabetización en lenguas maternas de adultos desplazados en Pemba y durante este 2024 continuaremos con la actividad educativa, para la cual hemos reclutado un nuevo equipo docente que replicará el trabajo de Pemba abriendo 10 centros de alfabetización en el distrito de Montepuez, todos ellos dentro de los centros de desplazados.